viernes, junio 09, 2006

Opinión / Otra mirada al mundial

MÁS QUE PATEAR UNA PELOTA

El evento deportivo que hoy se inicia, como es el Mundial de Fútbol en Alemania, nos abre la posibilidad de explorar aún más su valor.
La práctica del deporte es útil en el proceso educativo, además de los beneficios en la salud que genera su realización, permite en quien participa de él, la disciplina, el esfuerzo individual y en beneficio del grupo, la interacción, el desarrollo de habilidades psicomotrices, el deseo de superación y/o la posibilidad de enfrentar retos. Todas ellas enmarcadas en el marco conceptual de lo que es la verdadera educación.
Por ello, consideramos su valor como agente educativo y su magnánimo peso cultural.
Quizás no exista un evento de estas condiciones, que concentre a variados grupos sociales de distinto origen, desde el África árabe (Túnez) hasta las Islas del Caribe (Trinidad y Tobago).
Pero no sólo es la concentración migratoria o la atención comercial que genera, sino lo que provoca en quienes participan del mismo o quienes solo podemos apreciarlo por televisión.
Muchas veces, mezclamos nuestras pasiones más desenfrenadas o nuestras ilusiones, que han transitado desde nuestra niñez hasta cuando las canas se hacen presa de nuestro cabello.
Ciertamente, nuestras emociones se entre mezclan en la alegría por un gol, en la molestia de una jugada mal ejecutada o la pena de un triunfo que no pudo ser. La emoción ante una victoria o la tristeza de una derrota, provoca de manera inconciente la posibilidad de integrarnos con nuestro semejante, ya sea a través de un abrazo o un grito desenfrenado.
Hoy, el fútbol se ha convertido en repositorio donde descansan deseos o anhelos nacionales; es muy emotivo ver el desborde de alegría que generó en quienes participaban en esta justa deportiva por primera vez. Países como Togo, Costa de Marfil o Ucrania, vieron en este éxito, un logro nacional. Y para quién diga, con razón, que no cambia la economía nacional o los índices del PBI, transforma el ánimo, que para cualquier relación social es importante.
Entiéndase desde esta tribuna, que no buscamos que el interés o el gusto por el fútbol se relacionen a 22 individuos detrás de un balón, por el contrario observemos lo que lo envuelve: desde lo psicoemocional hasta lo artístico.
La cultura es la capacidad de aprender, tolerar y acercarnos a aquello que desde lejos pareciera sólo simple y vano. Aprendamos a entender que genera y que provoca, seamos capaces de compartir u observar aquellas emociones; por que el fútbol... es más que patear una pelota.

1 Comments:

At 1:04 p. m., Blogger la aguja said...

Ocurre que esas transformaciones del ánimo las opera cualquier deporte.

Piensa en uno que no te atraiga y seguro que detrás de él hay miles y miles de personas que vibran con sus evoluciones.

La diferencia es de cantidad, no de calidad. El fútbol atrae a millones, no a miles y miles.

Generalmente quienes siguen un deporte son los que lo han practicado. El fútbol es tan simple que son muchos los que lo han practicado.

Pero como todo en la vida, irá evolucionando y dentro de unos años —quizá tantos como los que lleva el propio fútbol aumentando sus adeptos— haya otro deporte que sea más del gusto de la mayoría.

¿Qué tal un deporte que aún no exita? Todo puede ser…

 

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